martes, 23 de octubre de 2012


PURGA - SOFI OKSANEN  26 Octubre 2012

Sofi Oksanen nació en Finlandia en 1977, con sus dos anteriores novelas, Las vacas de Stalin y Baby Jane se ganó el favor de lectores y crítica, pero Purga es la obra que la ha hecho conocida. Originalmente nació como una obra de teatro en la que se mezcla el miedo, la humillación y la supervivencia, sentimientos que son comunes en muchos países que hayan sufrido episodios bélicos en su historia reciente. Purga es una novela acerca de las opresiones y las esclavitudes del totalitarismo político y la pasión amorosa. Sobre la libertad pesan otras cárceles y otros horrores, además del gulag. 

El título, Purga, habla de la opresión totalitaria y del peso de la culpa. En una aldea estonia, en 1992, recién recuperada la independencia, una joven llega a la casa de una anciana buscando refugio. Zara acaba de matar a uno de los hampones que la retienen desde hace un año y la explotan como prostituta. Reclutada en una mísera aldea de casas comunales en Vladivostok, bajo falsas promesas de que prosperará en el sector hotelero en Alemania, Zara, tan joven que no ha conocido los campos de concentración del comunismo, descubre el sórdido mundo de los pisos-cárceles donde las mafias encierran y esclavizan a mujeres hasta convertirlas en despojos humanos. Su llegada a la casa de la anciana Aliide Truu, en busca de refugio, no es casual. La mujer no sabe que Zara es la nieta de su única hermana, Ingel, víctima del gulag, desterrada en Vladivostok junto a su hija, la madre de Zara. Allí pasa lo que le queda de vida en silencio, sentada junto a una ventana, mirando el cielo y añorando su aldea estonia, la aldea a la que Zara acaba de llegar huyendo de los mafiosos.

La novela es una purga lenta y dolorosa, la expiación de los demonios familiares, tan opresivos como las purgas totalitarias y, en buena medida, causantes de éstas. Dentro de todo verdugo, hay un corazón que no ha sido amado, nos dice el sencillo mensaje moral de esta novela. En la búsqueda de la libertad y de la felicidad personal, nos dice esta historia, siempre hay que contar con la vieja historia de Caín y Abel. 





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